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lunes, 17 de enero de 2011

Capitulo 2: RED MOON

 
Segundo Capitulo
De esta grandiosa historia.

RED MOON
Espero les guste
Y nos vemos en los comentarios


RED MOON



RED MOON


CAPITULO 2
MALDITA SANGUIJUELA


LEAH POV      

Escuche sonidos estruendosos cerca de mí, me molestaban, me removí en mi tibia cama y coloque una almohada encima de mi cabeza para tratar de sofocar los ruidos.

Bufé cuando mi idea no funciono, escuchaba el tintineo de vasos y el sartén hirviendo.
--Luna, con un demonio, deja de hacer ruido! – grite molesta
Escuché los pasos de mi torturadora dirigiéndose hacia la habitación.
 La puerta se abrió.
--no estoy haciendo ruido, estoy haciendo el desayuno – se quejo—además, ¿Cómo demonios escuchas? – me recordé que eso era una pregunta retorica – como sea – chasqueó la lengua – será mejor que te levantes si no quieres llegar tarde a tu primer día de clases.

Y cerró la puerta

Refunfuñe y maldije mientras me levantaba a trompicones de la cama. Sabía que este año iba a ser una pesadilla con todos los Cullen por ahí. Me metí a la ducha y deje que el agua fría me relajara. Una ventaja de ser una mujer loba es que te puedes bañar con agua fría en pleno diciembre y no importa,  mi cuerpo entibia el agua en el instante que hace contacto conmigo.
Me vestí con lo primero que vi, unos jeans desgastados y una camiseta de color blanca sin estampado pero que se ajustaba perfectamente a mi cuerpo y me calce unos tenis. Eso de la moda nunca se me había dado bien, y después de descubrir mi linaje y de reventar varias prendas había optado por lo sencillo.
Luna refunfuño cuando me vio entrar en la cocina, coloco un plato enfrente de mí y volvió a la estufa por otro igual para ella.
Huevos estrellados y tocino, olían delicioso. La diferencia entre su plato –que solo contenía un huevo – y el mío era graciosa, ella siempre se quejaba de mi forma de comer.

“Comes como hombre”

--¿Cuál es tu problema? --  le fruncí el ceño mientras probaba el delicioso desayuno
--no se por qué no puedes ponerte algo bonito
--esto es bonito
--bueno, se te ve… bien, cualquier cosa se vería bien en ese cuerpo, pero algo con mas color
--¿como lo que traes tu?—ella llevaba unos jeans entubados y una preciosa y muy colorida blusa sin mangas con estampados floridos. Pero con Luna era fácil, todo le quedaba bien, su piel color caramelo y ese cabello color chocolate combinaba con todo, sin contar que tenía unos extraños ojos verdes para su piel morena.
--si – sonrió – puedo prestarte algo—vi la emoción en sus ojos, a veces me recordaba a la loca chupasangre de los Cullen
--nah, paso – me reí
Ella frunció el ceño. Tenía que cambiar el tema, sabía que mi falta de gusto la hacía enojar.
--oye, ¿ya supiste algo de Orel?—ella sonrió y relajo el ceño
--si – dijo emocionada – hoy no tengo clases con el pero tu si
-- ah, genial- dije con apatía
--eso te pasa por dimitir tantas clases de primero –se burlo --pórtate bien—me pidió con tono serio.

Lo único que no había podido ocultarle a Luna era mi temperamento. Anoche me había visto enojada por la llegada de Jacob y los Cullen, aunque no se lo había mencionado, por lo menos no la parte real de mi enojo. Ahora ella creía que Jacob y yo teníamos alguna relación extraña y sabia que tarde o temprano me preguntaría sobre ello.

Nos despedimos en la entrada de la universidad y nos separamos, teníamos clases en diferentes lugares, así que no nos veríamos hasta el almuerzo.

Las primeras clases fueron como se supone que son todas las primeras clases, el primer día. Aburridas y monótonas me tuve que presentar varias veces.

Mi siguiente clase era la última antes del almuerzo y agradecía no haberme topado con los Cullen aun.

--Leah – escuche una voz detrás de mí
--Jacob – conteste con apatía
--¿estas en esta clase? – pregunto sonriente cuando me alcanzo
--si, no me digas que tu también – me queje
--si – sonrió – es tronco, o algo así – se rasco la cabeza -- ¿Por qué llevas tu esta clase, no se supone que es de primero?
--si – rodé los ojos – lo que pasa es que tenía problemas con mi maestro anterior – me encogí de hombros – ya sabes, era dejar la materia o cometer asesinato – me carcajee
--supongo que elegiste bien—me miro con reproche
--vamos alfa – lo golpee—es hora de entrar

Entramos tomados de la mano, era algo normal entre nosotros, pero al parecer a muchos de nuestros compañeros les pareció razón de cotilleo. No me había percatado de la presencia del profesor hasta que hablo

--ejem – carraspeo – que gusto que nos complazcan con su presencia, señores…
--Black – sonrió mi amigo – Jacob Black, y ella es Leah Clearwater – me señalo
--puedo presentarme sola­­­­—susurre. El me dedico una sonrisa traviesa
--siéntense – nos indico

Había dos asientos vacios, pero estaban alejados uno del otro. Había uno hasta el fondo, solo y tranquilo y con una chica a un lado y al otro la pared. El segundo estaba entre dos chicos. Jacob y yo compartimos una mirada tan rápido que nadie se dio cuenta, pero era obvio que esto iba a ser una competencia.

--soy más rápida – susurre
--soy más inteligente – sonrió

El muy maldito me hizo para atrás y se adelanto de una zancada, el profesor nos miraba así que no podía hacer nada.

--me las pagaras, Jacob --  sabia que me escucharía

Me senté refunfuñando en el asiento, uno de los chicos me sonrió al instante, era rubio y bronceado, un típico muñeco, le sonreí con apatía, podía ver a Jacob detrás burlándose.
Me llamo Isaías – estiro la mano
--Leah – mencione mientras miraba al frente. El chico que tenía unos hermosos ojos  verdes sonrió con nerviosismo y retiro su mano.

Yo no estaba para cortesías.

El maestro comenzó a hablar sobre lo que sería la clase los siguientes meses. Estaba muy aburrida. Sentí un golpe en mi nuca. Me gire, sabia de donde provenía, fulmine a Jacob con la mirada mientras él se divertía.

--léelo – articuló

Vi el papel enrollado en el piso, me agache y lo tome, lo desplegué sobre mi cuaderno.

El chico que esta a tu lado parece tener una taque de histeria, ¿Qué le has hecho?

 Me gire y lo mire con sorpresa.

Escribí rápidamente una respuesta y le tire con él. Le pegue en el ojo derecho

Nada

El me tiro de nuevo con el papel, pero esta vez yo estaba preparada, lo tome antes de que se impactara en mi rostro

El chico tiene miedo

Arrugue el papel de nuevo y lo tire al cesto de la basura, mire al chico de soslayo, no parecía tenerme miedo. Mire a Jacob y le hice una seña con las manos. El me apunto hacia el otro lado. Al chico que tenía enseguida de mí, al que no había mirado para nada.

Lo mire.

Tenía el cabello oscuro, incluso más negro que el de Jacob, era corto y estilizado, pero no parecía haber puesto demasiado esfuerzo en acomodarlo, su piel era morena clara, y se veía más alto que yo. Su posición era incomoda y parecía estar pensando en algo. El chico giro su rostro cuando sintió mi mirada. Tenía unos preciosos ojos grises. El chico se estremeció y giro su rostro rápidamente.

Sentí una necesidad profunda de preguntarle cómo se llamaba, pero el chico parecía tenso por algo, preocupado, por primera vez en mi vida sentí curiosidad. Esos ojos grises me habían hipnotizado, al hacer contacto con ellos, solo por un segundo sentí algo que jamás había sentido en mi vida.

El timbre sonó y mire al muchacho levantarse, me miro una última vez, y me descubrí sonriéndole. El me sonrió de vuelta por un segundo hasta que sentí la mano de Jacob en mi hombro.
Salimos del salón  después del chico,  sentía la mano de Jacob sobre mi brazo

--me muero de hambre, espero que tengan buena comida por aquí, porque si no, no se l…
--Jacob! – escuche un chillido al mismo tiempo que un olor dulzón me golpeo el rostro.
--¡¿Alice?! – nos paramos en seco, yo por cautela y el al parecer sorprendido
Le gruñí entre los dientes a la vampira que se encontraba enfrente de nosotros, parada en medio del pasillo con expresión sufrida.
--ahórrate los saludos, Leah – me miro con furia – no estamos para jueguitos
--¿Qué paso?—Jacob me soltó y se acerco a la chupasangre, bufe cuando vi como le ponía una mano sobre el hombro. Al parecer a ella no le molestaba el contacto con Jacob.
--es Bella – frunció el ceño
--¿está bien, ¿Qué le pasa a Bella? – odiaba la preocupación de Jacob por esa adoradora de sanguijuelas
--nada, está bien, solo tuvimos un pequeño “contratiempo”, tenemos que irnos
--irnos – enarco las cejas ¿A dónde?
--no lo sé, Edward y Nessie se han llevado a Bella a casa.
--no te entiendo Alice
--vamos – lo jalo del brazo – te lo explicare en un segundo, ahora tenemos que reunirnos, Jasper nos está esperando en el coche

Jacob asintió y me dedico una mirada de disculpa.

--te veré más tarde – me dijo Jacob – en tu casa
--si es algo de lo que me tenga que enterar – le gruñí a mi alfa, la verdad es que molestaba muchísimo la camarería que se había formado entre él y algunos de los integrantes de la familia Cullen.

La pequeña hedionda se adelanto unos pasos, impaciente por la paciencia de mi hermano

--lo hare, no te preocupes, --se acerco a mí y me dio un beso en la frente – me da gusto tenerte cerca de nuevo – susurro y se giro para alcanzar a la sanguijuela.
--a mí también me da gusto – susurre cuando salió de mi vista.
Me dirigí a la cafetería con una sensación extraña, no podía dejar de pensar en aquel chico asustado por mi presencia en clase. Le había sonreído y el también lo había hecho, pero su cara demostraba miedo.  ¿Acaso era yo tan inhumana?
--Leah! – Escuche la voz de mi amiga – por aquí

Tome mi charola de comida y me dirigí hacia donde estaba Luna, trastabille un poco cuando vi una figura sentada con ella, estaba de espaldas a mí, así que no podía ver su rostro, pero podía ver el de mi amiga, que lucía feliz y radiante.

--Leah, que emoción – se paró de la silla cuando me encontré a escasos dos metros
--Luna, controla tus ataques – me burle
--mira quién está aquí, es Orel – dijo emocionada.

Casi tiro la charola cuando el chico que estaba sentado enfrente de mí – dándome la espalda – se levanto para saludar. El chico se sorprendió tanto o más que yo, pero reacciono antes de que yo lo hiciera. Tomo mi charola antes que mis manos se volvieran de goma y la coloco en la mesa.

--hola – sonrió, ya no había rastro de miedo en sus facciones
--hola – salude.
--Orel, ella es Leah. Leah el es mi querido Orel
--tenemos una clase juntos – comente mientras me sentaba a un lado de el. Era mejor no verlo de frente.
--¿de verdad? – pregunto mi amiga con fingida inocencia
--si –contesto el – estabas con el chico alto ¿no?
--Jacob
--ah, ¿el chico lindo? – menciono mi amiga. Sabía que no lo dejaría pasar
--si, pero no es tan lindo como crees – fruncí el ceño
--oh, a mi si me lo pareció – soltó una risita
--¿y qué tal tu primer día?—le pregunte tratando de cambiar de conversación
--aburrido – rodo los ojos—lo mismo de siempre, presentaciones por aquí y por allá, y advertencias de los maestros, que por supuesto nunca tomamos en cuenta – se burlo – pero Orel si ha tenido un día bastante entretenido – menciono
-- también mi día ha sido aburrido – menciono el
--¿alguien ha sido malo contigo? – intervine
--no, simplemente han sido… educados
--vamos Orel – se quejo Luna—Leah es mi mejor amiga, por lo tanto será tu amiga también. Leah – me miro – al parecer Orel tuvo un encuentro con uno de los chicos nuevos
--de hecho yo soy nuevo
--si, si, pero llego una familia nueva – susurro como si fuera un secreto—y todos son muy guapos, lástima que no tengo clases con ninguno – suspiro
--no son tan agradables como crees – susurre bajito. El chico me miro con suspicacia, me sorprendió bastante, parecía haberme escuchado.
--Leah, por Dios, tranquila, que me mareas—se quejo Luna --¿Qué te pasa?
--nada, nada, Luna, lo que pasa es que el idiota de Jacob quedo de venir a verme, y no llega
--ah, ya veo, el chico te gusta eh, pillina, es muy guapo, y yo que pensa…
--…Jacob no me gusta – bufe –es como mi hermano
--aja, si, como no – se dejo caer en el sofá  mientras abanicaba su cabello que le llegaba debajo de los hombros.
--mira Luna, que a ti te guste tu mejor amigo no quiere decir que a mi tamb…-- me calle, escuchaba los sonidos sordos de los pasos de Jacob
Luna, me miraba con el ceño fruncido
--Orel es punto y aparte, no digas tonterías solo porque no eres capaz de…
--espera – la interrumpí

Escuche el golpeteo en la puerta. Luna se levanto de un salto y salió corriendo hacia la puerta. La abrió y trastabillo un poco hacia a atrás al ver el corpachón de mi amigo.

--wow – musito – eres más grande de lo que pensaba
-- ¿se encuentra Leah? – pregunto mi amigo un poco apenado por la observación de Luna
-- claro – le sonrió con coquetería – la amargada de mi amiga está en la sala, pasa
--gracias
--Luna—le estiro la mano – pero puedes llamarme, Linda o querida o como quieras – le sonrió con picardía
--anda, promiscua – chille – ve a ver si ya puso la marrana
-- mejor me quedo – sonrió
-- pensé que irías a ver a tu amigo
--no, el vendrá aquí
--pero tienes que ir por él, el no sabe cómo llegar
--oh, diablos! – Chillo—cierto, cierto – corrió hacia su recamara y un minuto después salió con su bolso de mano – odio perderme lo divertido – miro a Jacob como si fuera una lástima irse – pero me esperaras, ¿verdad?—le sonrió
--anda, ya vete!—le gruñí

La chica me saco la lengua descaradamente y salió corriendo del departamento. Gracia a Dios que ya tenía controlada mi parte licantropa por que si no, juro que ya la hubiera despellejado

--interesante compañía – menciono Jacob cuando estuvimos solos
-- es una loca, pero es lo más cercano a una familia que tengo aquí
--ahora me tienes a mi – se apunto
--claro – sonreí—el gran alfa ha vuelto con sus discípulos –me burle
--solo contigo – chasqueo la lengua
--bueno, bueno. Ahora ven—palmee el sillón—tienes que contarme que paso con la sanguijuela
--Bella—rodo los ojos – y prefiero ir a la cocina, si no te importa
--claro, había olvidado que siempre tienes hambre
--una loba no olvida esas cosas—me golpeo el hombro mientras pasada frente a el
--tengo estofado
--está bien
Se sentó en la barra y comenzó a zamparse el estofado cuando lo puse enfrente de él aun humeante.
--estoy esperando Jake – mencione apresurándolo
--claro – bufo y alejo el plato ya vacio – hubo un contratiempo
--lo sé, me lo dijiste
--pero no te dije que clase de contratiempo
-- tiene que ver con la sang… Isabella – me corregí ante su mueca
--se de tu aversión hacia bella, pero podrías tratar de moderarte. Al fin de cuentas compartirán la escuela
--te lo dije, mi querido Alfa, no lo hice antes…
--lo sé, lo sé – sonrió – pero me gustaría ponérselo más fácil
--esas sanguijuela no merece nada de mi parte, ustedes podrán adorarla y todo pero yo no ten…
--… Leah, no sabes por lo que está pasando
--estoy esperando que me lo cuentes –cruce los brazos
--te lo contare, pero no quiero interrupciones
--ajam—asentí
--“Bella, tiene poco tiempo siendo… vampira – comenzó – por lo tanto hay muchas cosas a las que no está acostumbrada. Asombrosamente había podido controlar muy bien la parte de la sed, y ningún huma..
--espera – chille – ¿como que había?
--te dije que no me interrumpieras – se quejo
--perdón, perdón
--ok—me miro esperando que dijera algo – bueno, Bella tiene esa parte, si no tan dominado como los demás, si bastante aplacada. Incluso en un principio Jasper se sentía molesto con ella por eso, por tenerlo tan fácil. ¿Viste a Alice llegar apresurada a buscarme?

Asentí

--bueno, ella fue a buscarme porque Bella casi mata a alguien
--¿¡como?! – gruñí, mientras golpeaba la barra con mi puño
--tranquilízate—me pidió
--asquerosa chupasangre, hedionda y traicionera!
--Leah, tranquilízate, Bella está bien
--a mi no me importa esa garrapata!
--también el chico está bien

Lo mire con enojo

--¿quieres saber que paso, o no?
--cuéntame—dije entre dientes. Mi cuerpo había comenzado con una leve temblorina, eso me asusto ya que hacía mucho tiempo que no la experimentaba de esa manera.
--Bella paso las primeras clases tranquila, incluso compartimos una, ella también tiene tronco, así que todos nos cruzamos alguna vez. Ya sabes como son esas cosas.
--lo se – admití
--bueno, todo estaba bien hasta que compartió una clase con un chico, ella me conto que nunca había sentido algo así, la necesidad. Su garganta quemaba y le dolía, me dijo que era compararlo a tomar una brasa hirviendo entre tus manos desnudas.
--entonces ¿ataco?
--no, -- suspiro – Alice llego a tiempo—el chico ni se entero, o eso es lo que creemos, Edward está preocupado por Bella  por que el sintió lo mismo cuando la conoció
--espera, la chupa… Isabella – rodé los ojos – ¿sintió deseos de matar?
--no es así – contesto—se que tenemos prejuicios, pero ellos son diferentes, no matan, el deceso que mencionas no es de matar, simplemente es hambre, o sed, o como quieras que le llame. Edward me explico que es como encerrar a un alcohólico en un cuarto con cerveza rancia, el puede resistirlo si de verdad quiere, pero es diferente si lo encerraras con un vino de excelente calidad. El alcohólico sucumbiría sin pensarlo.
--¿y qué tiene que ver Alice en esto?, si ella se resistió no pasa nada ¿no?
--ese es el problema. Bella no lo resistió, ella estaba ideando planes para embaucar al chico y estaba soportando los minutos lo mejor que podía cuando Alice apareció y la saco con excusas del salón.


By: DorianCollin






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