Segundo Capitulo
De esta grandiosa historia.
OLVIDA QUE TE AMO
Espero les guste
Y nos vemos en los comentarios
OLVIDA QUE TE AMO
CAPITULO 1
SUBCONSCIENTE
JASPER POV
--gracias—su voz sonaba como la de una soprano, igual de hermosa que ella.
Me miro como esperando algo, sonrió de nuevo y la mire deslumbrado, su sonrisa era perfecta y todas sus facciones transmitían una sensación de paz.
Sonrió de nuevo y sus ojos se desplazaron hacia abajo, señalando; seguía con la pluma entre mis manos.
--oh disculpa—desee que me tragara la tierra mientras le tendía la pluma
--no te preocupes – me sonrió—eres todo un caballero
--gracias—sonreí de vuelta
Se quedo parada enfrente de mí con la pluma entre sus dedos, al parecer esperaba que dijera algo mas, pero mi mente no funcionaba correctamente, me había embobado, me sentía como un niño de secundaria, ella dio un pequeño brinco con sus pies juntos – lo que me recordó a el mago de oz—y sonrió de nuevo, pero esta vez era una sonrisa de despedida.
Había perdido mi oportunidad
“¿Qué estas pensando?, es solo una extraña, Jasper
Me gire para volver a mi asiento mientras me reprendía mentalmente.
Vi como ella volvía a sentarse en su banco, trate de reprimir una sonrisa que se formo en mi rostro –como si tuviera vida propia—cuando la vi saltar hacia arriba; hice lo mismo que ella, salvo que yo no tenía que saltar para llegar a mi asiento. Era lo suficientemente alto como para alcanzar el marco de la puerta con mi mano alzada.
No me había percatado que seguía mirando a la chica hasta que Susan me interrumpió
--linda ¿no?—pregunto con un tono de suspicacia que me molesto
--bueno, sí, lo es – conteste con apatía, tal vez eso minimizara lo que sea que estuviera pensando en ese momento.
--sí, claro – sonrió con sarcasmo
Escuche como se abría de nuevo la puerta, --con el sonido característico de las campanillas—y vi de reojo de quien se trataba. No lo conocía.
Era un chico alto –casi como yo—entro en la cafetería y miro a ambos lados, pasando por el hombre del periódico y la pareja que charlaba animosamente hasta posar su vista en la chica que yacía a dos asientos del mío y sonrió. Ella no se giro ante el ruido como otras personas, seguía enfrascada en lo que sea que estuviera escribiendo en su pequeña libreta.
El muchacho se veía en buena forma, su andar era despreocupado y su cabello estaba despeinado; era un desastre, incluso peor que el mío que era bastante rebelde. Me percate del color de sus ojos – eran verdes—su cabello era de un extraño tono broncíneo y tenía el mismo aspecto estilizado de la chica –como si se vistieran en las mismas tienda—pero con un estilo más andrógino.
Lo vi caminar con sigilo hacia el lugar donde se encontraba la extraña y se paro justo detrás de ella, levanto sus manos pero justo cuando iba a ponerlas encima de ella, la chica dejo de escribir.
--hola Eddy—sonrió. El chico bufo detrás de ella.
--ya te he dicho que no me digas así enana
-- y yo que no me digas enana—se quejo mientras se giraba en el asiento –como un chiquillo—y quedo de frente a él.
El chico le sonrió y se acerco a ella; puso los dos brazos a sus lados y le dio un beso en la mejilla contraria a la de mi visión, ella le sonrió complacida.
Gire mi rostro rápidamente cuando la chica me atrapo. Había dejado de ver de soslayo para analizar sus movimientos con descaro – de nuevo mirándola como un ciego al ver el primer rayo de luz—me sentí un completo idiota.
--puedes ver el menú – escuche el comentario burlón de Susan en mi oreja—pero no comerlo –se alejo carcajeándose.
Me levante de un salto—molesto por el comentario—yo tenía a Bella. Mi Bella. No tenía por que estar viendo a extraños. Deje caer un billete en la barra y me encamine hacia la salida. Pude sentir la mirada de la chica sobre mi espalda, pero no era tan valiente como para girarme y comprobarlo.
Afortunadamente las horas pasaron rápido, Emmett llego a las diez; iríamos a un bar, algo tranquilo sin tanta gente, un lugar donde pudiéramos tomar un poco y platicar.
El bar se llamaba LA CHOZA tenía un aspecto rustico pero agradable, con la luz característica de esos lugares –a media luz—el lugar estaba medianamente lleno, podías caminar tranquilamente y la música tenía un tono adecuado para charlar.
Exactamente lo que buscábamos.
Nos sentamos en una de las mesas desocupadas. Emmett pidió dos cervezas a un mesero.
--hoy es día de hombres! – chillo mi amigo
--¿día de hombres? – pregunte con una ceja alzada
--claro, estamos solos, podemos hacer lo que queramos, estamos casi-solteros
--yo estoy comprometido -- hice una mueca ante su comentario.
--casi—comprometido—me guiño un ojo
Emmett era como un chiquillo, no entendía como Rose había durado tanto con él, no podía pasar cinco minutos si decir—o hacer—una payasada. Aunque debo admitir que era un tipo muy divertido y – lo más importante – muy leal.
--vamos Jazzy! Tienes que tomarte hasta la última gota- coloco una cerveza enfrente de mi
--no pienso tomarme todo eso de un trago
--¿tienes miedo? – enarco una ceja
Ah no, Jasper withlock no conoce el miedo
--¿quieres apostar? – ofrecí
--excelente – inquirió con una sonrisa
--el que pierda paga la siguiente ronda
--creo que te dejare sin dinero, Jazzy
Tomamos nuestras botellas y a la cuenta de tres las llevamos a nuestras respectivas bocas, podía sentir como el liquido –frio y amargo—bajaba por mi garganta sin respirar. Sentí como mi botella se hacíamos ligera entre mis manos, la espuma llego hasta mis labios y con un golpe sordo la coloque en la mesa
Emmett bufo
--creo que el que se quedara sin dinero serás tu Emmy – espete burlón
--quiero la revancha! – chillo. Si algo tenía mi amigo es que no toleraba perder
--vamos Emmett, te la daré mas tarde
--ahora!
--Emmett, si me tomo otra botella de esa forma caeré nockeado en cinco minutos
El me frunció el ceño, pero un segundo después relajo las facciones de su rostro
--está bien, mas tarde—sonrio—iré por las otras
Emmett se levanto de la mesa, lo seguí con la mirada hasta la barra. Cuál fue mi sorpresa al ver a las dos personas que acababan de entrar al bar por la puerta que estaba cerca de la barra.
La chica de la cafetería y el chico acababan de entrar
Los mire de nuevo, vestían ropa diferente. No gaste mucho tiempo en mirar al chico ya que la pequeña había atraído mi atención—de nuevo—sus ropas ahora eran más ajustadas, y su cabello estaba levemente rizado.
--¿a quién miras?—Emmett ocupo su asiento mientras seguía mi mirada
--a nadie
--no sabía que te gustaban los chicos, Jazz- -se burlo
--no seas idiota Emmett – bufe – no miraba al chico
--pues es bastante guapo—dijo con voz femenina
--yo que sé! – gruñí
--ya, vamos vamos. ¿a quién mirabas entonces?
--no miraba a nadie
En ese momento vi como la chica pasaba delante de mí, no pude evitar dirigir mi mirada hacia ella, llevaba un pantalón ceñido a su cuerpo.
¿Cómo podía tener ese cuerpo siendo tan pequeña?
Su blusa color sangre brillaba con las pocas luces del lugar que se reflejaban en las lentejuelas de su top.
--oh, ya veo – sentí un golpe en las costillas que me saco el aire
--Emmett!! – me queje
--¡¿Qué?! – pregunto inocentemente
--nada—rodé los ojos
--entonces, ¿de dónde conoces a la chica?
--¿Qué chica? – levante una ceja
--la que acaba de hacer que babees la mesa—dijo burlón
--yo tengo a Bella, Emmett—espete—no necesito ver a nadie mas
--pues yo vi que si necesitas ver a alguien más – me guiño el ojo—no te preocupes no le diré a Bella—se empino su cerveza
La chica salió del baño. Trate de no mirarla –sin mucho éxito—así que trate que Emmett no se diera cuenta. Tome un sorbo de mi botella cuando Emmett casi hace que el líquido saliera disparado por mi garganta.
--hola chica! – chillo el grandulón mientras se paraba de un salto y se posaba delante de ella, ante mi mirada atónita; La abrazo.
--hace mucho que no te veía! – siguió chillando mientras yo me atragantaba – Jasper me dijo que eras hermosa – me apunto con la mirada. La chica tenía sus pies en el aire. El grandulón la había levantado, su rostro parecía asustado pero también divertido. Se giro para verme cuando escucho mi nombre.
--bájala Emmett – trate de mantener la voz lo más calmada posible—la estas ahogando
--oh, claro—sonrió
La puso de nuevo en el suelo y la chica pareció respirar de nuevo, me levante para ofrecerle una disculpa, pero ella me sonrió cuando me reconoció.
Estaba a punto de abrir la boca cuando escuchamos un grito sofocado por la música, la chica se giro rápidamente y esbozo una sonrisa, mi mirada siguió la suya. Era el chico que venía con ella, parecía impaciente.
--lo siento – murmuro y un segundo después se fue caminando hacia su mesa
--eres un idiota!—masculle disgustado cuando Emmett se sentó en la mesa.
--bueno, tú querías conocerla, yo solo te ayude- levanto las manos
--ni siquiera dijo su nombre—me queje
--ah, entonces si querías saber su nombre, pillín -- ¿acaso se estaba burlando de mi?
--claro que no – tome otro trago
--yo creo que se. Linda, eh –chasqueo la lengua – pequeña, pero linda.
--por cierto, eres un bruto – le di un golpe en el hombro
--auch!, ¿Por qué me agredes?
--por idiota, casi la ahogas—bufe
--a ella no pareció molestarle
--ni siquiera podía hablar, le faltaba aire
Decidí cambiar de lugar con Emmett, así resistiría la tentación de mirarla cada cinco segundos, pero mi querido amigo sí que no dejaba de mirar, al parecer había encontrado un nuevo pasatiempo. Molestarme.
--mira Jasper!! – chillo a los quince minutos
--¿Qué?—pregunte apático
--el chico viene para acá, seguro al baño
--¿y eso qué?—levante una ceja
--como que, ¿Qué?, es tu oportunidad, tonto
--¿de qué hablas?
--mira, yo iré detrás de él y lo entretendré un rato, tu aprovecha y ve con la chica
--¿estas idiota?... no me respondas, conozco la respuesta
--vamos Jazzy—el chico acababa de pasar por nuestra mesa
--no – musite
Emmett me miro un segundo y luego se paró de la mesa
--si quieres desperdiciar la oportunidad, allá tu, pero yo, tengo que ir al baño—sonrió con socarronería—dale mis disculpas
Emmett me dejo solo, ahí sentado. Estaba loco si creía que iría con la chica, aunque, sería bueno darle sus disculpas, al fin de cuentas, no me dio la oportunidad de dis…
No, ¡que demonios estas pensando!
Deje caer mi cabeza en la mesa, me debatí entre mirar o no a hurtadillas, al final mi voluntad cedió. Mire por debajo de mi brazo y pude ver a la pequeña moviéndose al ritmo de la música mientras sorbía una bebida con un popote. Se veía tan infantil.
Sonreí.
Tal vez solo le de mis disculpas y ya, eso no hará daño a nadie.
Cuando menos pensé ya estaba de pie y mis piernas me llevaban directo a la mesa de la chica, di una hojeada hacia los baños, --solo por si acaso—parecía tranquilo, si Emmett lo hacía bien tendría unos quince minutos.
La chica movía su cabeza al ritmo de la música y de vez en cuando tarareaba la letra de la canción, un chico que se encontraba en la barra la miraba detenidamente.
Fruncí el ceño por reflejo.
El chico no la miraba con respeto y eso me molestaba, nadie debía mirar a una chica de esa manera, era más bajo que yo y de cabello oscuro, al parecer se sabía guapo ya que derrochaba seguridad. Separo la distancia que estaba entre ellos.
Apure mi paso, la chica levanto la vista y me miro, sonrió al instante, no pude evitar hacerlo de vuelta, el chico ya se encontraba a un lado de ella, pero no se percato de su presencia, el chico levanto la mano para tocar su hombro y en ese momento pose mi mirada en el. No sé que vio en mi rostro pero lo que sea que haya visto lo había hecho desistir, bajo su mano y se alejo de ella.
--hola – salude – me gustaría presentarme, mi nombre es Jasper
--yo soy Alice – estiro su pequeña mano. El tome, su piel se sentía suave y delicada, igual que el tacto de una flor, exactamente igual. –Siéntate – me sonrió
--gracias
--no, gracias a ti
--¿Por qué?—pregunte confundido
--me ahorraste cinco minutos de fastidio.
--¿de fastidio?
--si – sonrió y se giro hacia el chico de la barra
--oh, te diste cuenta
--si
--bueno, en realidad venia a pedirte disculpas – explique mi presencia
--¿disculparte?
--si, mi amigo, a veces es muy efusivo
--ah, el grandote—se carcajeo—en realidad me pareció, divertido—sonrió.
--¿de verdad?—pregunte con incredulidad
--si, no te preocupes, no tienes nada de que disculparte.
--Alice es un nombre muy bonito—comente sin pensarlo
--Jasper es más bonito, me gusta.
--gracias
--aunque el nombre no le hace justicia al dueño – guiño un ojo
¿Me estaba sonrojando?
--g…gracias
Ahora tartamudeaba. Genial.
Quería preguntarle cosas, por un deseo inexplicable deseaba saber sobre la chica, ¿de donde era?, ¿Qué hacia aquí?, y más importante; ¿Cuánto estaría?. Me reprendí mentalmente, yo no tenía por que estar pensando en eso. ¿Qué más daba cuanto tiempo estuviera aquí?
¿Pero quién puede contra el subconsciente?
--¿y que te trajo hasta forks?, no pareces una chica de pueblo
Ella me miro y esbozo una sonrisa traviesa, mire como sus labios se abrían detenidamente
Sentí un golpe en el hombro
--hermano, tenemos que irnos
Fruncí el ceño y mire sobre mi hombro
--Emmett – gruñí
--vamos, vamos. Hola chica – le sonrió a Alice. Ella le regreso el saludo
--lo siento – musite mientras era arrastrado por Emmett . ella hizo un puchero y se despidió con un adiós articulado.
Mi amigo me llevo hasta nuestra mesa, en medio camino pude ver el motivo de su comportamiento, el chico del cabello bronce venia de vuelta.
--el chico ese era mas difícil de lo que pensé. No se interesaba en nada – bufo
--dijiste que lo entretendrías ¿no?—hice una mueca
--claro, y tu dijiste que no irías con la chica
Ouch…
--bueno, bueno – replique-- ¿Qué le dijiste?
--hum, cosas divertidas, pero él es muy amargado, no se rio de ni uno solo de mis chistes—se quejo
--¡¿trataste de detenerlo con chistes?!
--también le hable de sexo
--idiota – me reí
--¿¡que?! – chillo
Escuchamos como una botella se quebraba –algo muy común en un lugar como este—pero junto a ese sonido se escucho un quejido. Emmett abrió los ojos como platos y se tenso.
--Edward!—chillo una voz. No necesite voltear para saber de dónde provenía
Gire mi rostro rápidamente, y vi como el chico que antes había visto acercarse a Alice sangraba por la comisura de los labios. Al parecer había aprovechado el minuto en que ella se quedo sola, para volver a intentarlo.
El chico gritaba maldiciones, mientras el acompañante de Alice se envaraba, su cuerpo estaba enfrente del de Alice que trataba de jalarlo inútilmente. El chico de la barra empuñaba una botella quebrada en sus manos – por eso el ruido – al parecer el chico llamado Edward lo había golpeado.
--demonios! – chillo Emmett – ese chico o es muy valiente o muy estúpido
La gente ya empezaba a arremolinarse en torno a ellos
--vamos! – jale a emmet
Cuando llegamos la escena había cambiado, ahora no era solo el chico de la barra el que amenazaba al chico, ahora también lo acompañaba otro, un amigo seguramente o simple buscapleitos.
--eso no es justo—se quejo Emmett
En un minuto el ambiente se altero. La chica cayó al suelo en un intento de ser alejada de la trifulca. El chico de la barra – y su amigo—se abalanzaron sobre Edward, pero el esquivo al primero y le propino otro golpe al de la barra.
--hey!, montoneros—grito Emmet. Un segundo después estaba sujetando al otro chico del pescuezo.
La pelea se había vuelto una trifulca de repente, escuchaba sonidos de botellas quebrándose y sillas cayendo por todos lados, los gritos no se dejaron esperar. Busque a la chica con la mirada. Me acerque un poco más, sentí un golpe en mi mandíbula, pero lo ignore. Había encontrado a la chica. Estaba debajo de una mesa, pequeña y asustada. Miraba hacia todos lados con los ojos desorbitados. Supe que buscaba al chico llamado Edward.
Me apresure hacia la mesa; me agache rápidamente y le tendí mi mano. Me miro con miedo
--vamos – la mire a los ojos—te sacare de aquí
Ella asintió cuando se percato que era yo, y se relajo. Me dio su mano y la saque de ese lugar, estaba temblando
--E…Edward – susurro
--estará bien, Emmett le está ayudando
La cubrí con mi cuerpo y me dirigí a la salida de emergencia, los ruidos se fueron haciendo mas bajos conforme nos alejábamos. Abrí la puerta de un golpe y salimos a la calle. Estaba muy oscuro
Ella seguía temblando
--g..gr..a…cia…s – tartamudeo
--no te preocupes—la abrace y la sentí temblar bajo mis brazos – ya termino. Vamos
Nos dirigimos al estacionamiento. Di gracias a Dios por haber traído mi coche, por lo general siempre veníamos en el auto de Emmett, pero este estaba en el taller.
--te llevare a tu casa – abrí la puerta del copiloto
--Edward—musito
--el estará bien, no te preocupes
Sonrió desganada, pero se deslizo hacia dentro, cerré la puerta y me apresure hacia el otro lado. Hacia frio así que prendí la calefacción cuando estuve dentro.
Alice estuvo muy seria durante el trayecto, yo no sabía que decirle, parecía asustada.
--¿estas bien? – pregunte al fin
--si – murmuro
--tu… amigo, estará bien
--lo se – sonrió sin ganas – solo es que, me asuste
--es comprensible – le sonreí – te llevare a tu casa
Ella me dio las indicaciones de su departamento, me di cuenta que estaba muy cerca de la cafetería donde la había visto en la mañana.
Muy Bueno ! cuando vas a publicar ? Que sea lueguito ! =)
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